Fuente: www.online.wsj.com
¿Está compitiendo por un ascenso? Si es hombre, quizá quiera visitar al peluquero o usar la rasuradora.
Los hombres con las cabezas rapadas son percibidos como más masculinos, dominantes y, en algunos casos, con un potencial de liderazgo superior que aquellos con un cabello más largo o en proceso de quedarse calvos, según un estudio de la Escuela de Negocios Wharton, de la Universidad de Pensilvania.
Eso podría ayudar a explicar por qué el look se ha popularizado entre líderes empresariales, como Jeffrey Katzenberg, el presidente ejecutivo de 61 años de DreamWorks Animation SKG, y Jeffrey Bezos, el líder de 48 años de Amazon.com Inc.
Jeff Bezos, de Amazon.com.
Algunos ejecutivos dicen que el estilo los hace verse más jóvenes o, al menos, hace su edad menos evidente, lo que les da más confianza que una calvicie en progreso.
«No digo que raparse la cabeza lo haga exitoso, pero sí sugiere que ha hecho algo al respecto», dice el emprendedor tecnológico y escritor Seth Godin, de 52 años, que lleva dos décadas con la cabeza calva. «Este tipo de personas decide apropiarse de lo que tiene, en lugar de pretender ser alguien más».
Albert Mannes, quien dicta cátedras sobre gerencia en Wharton, realizó tres experimentos para probar la percepción que hay de los hombres con la cabeza rasurada. En una de las pruebas, mostró a 344 participantes fotos de los mismos individuos en dos versiones: en una aparecían con cabello y en la otra calvos.
En los tres experimentos, los participantes dijeron que encontraban a los hombres con la cabeza rapada más dominantes que sus pares con cabello. En una de las pruebas, los hombres calvos incluso fueron percibidos como un centímetro más altos y 13% más fuertes que aquellos con cabello. El estudio, titulado Shorn Scalps and Perceptions of Male Dominance (Algo así como Cabezas calvas y las percepciones del dominio masculino), fue publicado en línea, y será incluido en la próxima edición de la revistaSocial Psychological and Personality Science.
Jeffrey Katzenberg, de DreamWorks Animation.
El estudio concluyó que los hombres que están perdiendo el cabello eran percibidos como los menos atractivos y poderosos de todos, una conclusión que coincide con estudios anteriores que indican que las personas ven a los hombres con la típica calvicie masculina como mayores y menos atractivos. Para esos hombres, la solución sería tan simple y barata como una rasurada.
Según Mannes, quien dice que se sintió motivado a realizar la investigación después de notar que la gente lo trataba con mayor deferencia cuando se rapó la cabeza, cree que los calvos son vistos como poderosos porque el look es asociado a imágenes de soldados, atletas profesionales y héroes de acción de Hollywood, como Bruce Willis. Una calvicie a medias, por el contrario, produce imágenes de personajes más débiles como George Costanza, de la comedia Seinfeld.
Julie Rath, una asesora de imagen en Nueva York, recomienda a sus clientes que se rasuren la cabeza por completo cuando empiezan a perder pelo. «Cuando se quita todo Inspira fortaleza, poder y confianza», dice. En cambio, añade, una calvicie a medias proyecta una imagen «descuidada».
El estilo está siendo acogido. Un estudio realizado en 2010 por el fabricante de máquinas de afeitar Gillette, de Procter & Gamble Co., encontró que 13% de los sondeados respondió que se rapaba la cabeza, ya fuera por moda, deporte o porque ya se les caía el pelo, según un vocero de la empresa.
Un consuelo para los hombres que sufren de calvicie: verse mayor puede ser beneficioso en el trabajo.
«Una cabeza calva podría indicar en la oficina quién está a cargo y es potencialmente peligroso», dice Caroline Keating, psicóloga social de la Universidad de Colgate.
Otras características que sugieren que un hombre es dominante incluyen ojos estrechos y labios finos, así como rostros anchos y quijadas cuadradas. En el caso de las mujeres, la ecuación es más complicada. Los rasgos dominantes podrían ser menos útiles que un look juvenil y femenino, que son percibidos como más atractivos, agrega Keating.
Una cabeza rapada es «la manera que tiene la naturaleza de decirle al resto del mundo que se es un sobreviviente», señala Michael Cunningham, profesor de la Universidad de Louisville, quien ha estudiado las percepciones sociales sobre la calvicie. Cunningham agrega que raparse la cabeza de manera deliberada comunica empuje, competitividad y demuestra «voluntad para enfrentarse a las normas sociales»